lunes, 30 de noviembre de 2009

punto de venta [luciana ponte]

http://puntodeventalu.blogspot.com/

[dice baudrillard] "El arte, enfrentado al reto moderno de la mercancía, no debe buscar su salvación en una negación crítica, ni en el rescate de sus propios valores, lo cual daría como resultado el arte por el arte, que ya conocemos, es decir, una especie de espejo invertido de la condición capitalista. Por el contrario, el arte debe abundar en el sentido de la abstracción formal y fetichizada de la mercancía, de una suerte de valor de cambio feérico, y volverse más mercancía que la mercancía ir pues más lejos aún en lo que respecta al valor de cambio y así escapar de él radicadizándolo. Este es el principio de toda estrategia. Se trata entonces de una ofensiva, no de una estrategia defensiva de la modernidad, nostálgica, melancólica, que sueña con el estatus del arte clásico, sino, por el contrario, de una estrategia para acelerar el movimiento, precipitarlo yo lo llamaría una estrategia fatal del valor estético."

apunte 4 [de hernán camoletto]

"las cosas ahí me parecían muertas. algo se había roto" -recuerda martel de su paso por la tate modern gallery.


idea fuerza 4: en la extrapolación de un hecho estético a un espacio de mera exhibición se produce una pérdida.

(no puedo dejar de pensar en el concepto de "diccionario/cementerio" de cortazar)

sábado, 28 de noviembre de 2009

apuntes 1, 2 y 3

apuntes tomados por hernán camoletto durante estéticas de la dispersión/2

01.

martel
idea fuerza 1: la ficcionalización del espacio como forma de resistencia a su neutralización desde la globalización propuesta por el mercado.

02.

martel relata la imposibilidad de mover un banner unos metros hacia la entrada del cine durante un estreno por no contar el cine con salida telefónica internacional -quien debía atorizar el cambio residía en australia.

idea fuerza 2: la globalización como puesta en acto de un efecto mariposa inverso(*).

es así como una enorme cantidad de sucesos, realizaciones, puestas en práctica, deseos quedan supeditadas a una variable mínima e ignota.


(*) desde la teoría del caos, se denomina efecto mariposa a la idea de que, dadas las condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en formas completamente diferentes. sucediendo así que, una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande.

03.

martel recuerda las renarraciones(*) de su abuela a la hora de la siesta, como para inmovilizarlos -dice. el repertorio se reducía, casi exclusivamente, a quiroga.
recuerda también, la identificación entre el espacio real y el espacio narrado. la gallina había sido degollada en el patio de su casa, el almohadón de plumas era el de la sala que por alguna razón no evidenciaba el tajo que había expuesto al parásito.


idea fuerza 3: la ficción como operatoria constitutiva del espacio subjetivo.


(*) digresión sobre el valor de la renarración. también me acuerdo de mi abuelo contándome historias mientras andábamos en bicicleta o caminábamos por la plaza del pueblo. y más allá de las hibridizaciones que por entonces podía detectar (siempre había algún elemento que remitía a los clásicos que me leía), se filtraban elementos propios del contexto. algún apellido, una anécdota anclaba lo narrado al espacio real, marco de la narración. de repente, la renguera del vecino o la miopía de una tía tenían un origen maravilloso. y uno sabía que no era tal pero también operaba ese otro plano en que era posible. así, de a poco, se empezaba a generar la propia historia, el verosímil primero de la propia ficción.

lunes, 23 de noviembre de 2009

estéticas de la dispersión II: segunda jornada

[nota: el horario de la jornada es a las 20hs]

Lucrecia Martel y Rafael Cippolini. La directora de cine y el crítico de arte se suman a la reflexión sobre las producciones sensibles en un mundo en el que el mercado le disputa al Estado la hegemonía en la producción de sentido.

Jueves 26/11 a las 20hs en el Centro Cultural Parque de España. Túnel 4. Gratis.

La directora de cine Lucrecia Martel y el crítico de arte Rafael Cippolini son los invitados a la segunda jornada de Estéticas de la dispersión, que se desarrollará el jueves 26 a partir de las 20 en el Túnel 4 coordinada por Franco Ingrassia.

Después de una nutrida primera jornada, a fines del pasado mes de septiembre, Estéticas de la dispersión vuelve “recargada”. El encuentro, planteado a partir de los intercambios que los mismos panelistas tienen a través del blog esteticasdeladispersion.blogspot.com, propone la charla y la reflexión en torno a las relaciones entre las producciones sensibles y un mundo precarizado y regido por la lógica del mercado que desplazó al Estado. “Somos contemporáneos de un pasaje histórico de consecuencias radicales —señala Franco Ingrassia, creador y coordinador del ciclo—: si las prácticas estatales fueron capaces de organizar durante buena parte del siglo XX la lógica regulatoria de los lazos sociales, hoy la operatoria mercantil le disputa al Estado la hegemonía en la producción de sentido y en la composición de los colectivos humanos”.

Lucrecia Martel y Rafael Cippollini, dos figuras centrales en la escena contemporánea de la producción y la reflexión en torno al arte, responderán a las preguntas que con entusiasmo abordaron en septiembre pasado la crítica de arte Ana Longoni, y los escritores y críticos Sergio Raimondi, Damián Tabarovsky y Pablo Schanton, y que de alguna manera puede resumirse en esta inquisición: “¿Cómo orientar las prácticas estéticas (la producción de regímenes de sensibilidad) en un contexto de dispersión, donde cada imagen, cada experiencia, cada enunciado se produce de forma efímera, para ser reemplazado por otro en el encadenamiento incesante y vertiginoso de las dinámicas del consumo?”

Recorridos

Lucrecia Martel nació en Salta, es directora de cine. Su primer cortometraje es de 1988. En 1995 dirigió la serie de televisión D.N.I. Con La Ciénaga (2001), primer largo, obtuvo numerosos premios en los festivales de Sundance, de Cine Latinoamericano de Toulouse y fue mejor película y mejor director del de La Habana. La niña santa (2004) fue nominado a la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Su film La mujer sin cabeza fue seleccionado en Cannes en 2008.

Rafael Cippolini nació en Buenos Aires y es, según se autobiografía en su blog: “ensayista full time, activista patafísico y kamishibaísta. Curador autónomo”. Fue editor de la revista Ramona. El año pasado la ya desaparecida editorial Interzona publicó sus ensayos bajo el título Contagiosa paranoia, donde la paranoia convertida en producción cultural se cruza con los favores y provechos de la lectura defectuosa, y la alta cultura se acomoda al lado del “trash” y la deformidad. Su vida transcurre entre este mundo y el de Second Life, donde planea una curaduría. http://cippodromo.blogspot.com

domingo, 15 de noviembre de 2009

derivas posteriores


un encuentro colectivo sobre estéticas de la dispersión

El pasado 25 de septiembre en el CCPE Ana Longoni, Pablo Schanton, Damián Tabarovsky y Sergio Raimondi estuvieron conversando sobre las producciones sensibles en un mundo precarizado y regido por la lógica del mercado.

Durante la jornada, se abrieron múltiples líneas de análisis e investigación sobre la cuestión.

Paralelamente, en este blog
pueden encontrarse una serie de escritos relacionados.

Es por ello que convocamos a quienes tengan interés en seguir pensando a un encuentro colectivo que permita balancear la jornada y seguir elaborando perspectivas.

La idea es funcionar como una ronda de pensamiento, abriendo la participación a todo aquel que quiera tomar la palabra.

El miércoles 18 de noviembre 20.30hs en Cero [Tucuman 1024. Rosario]

lunes, 2 de noviembre de 2009

apuntes sobre el concepto de dispersión

01. “Catástrofe” es un nombre, no una categoría. Más precisamente, se trata de una palabra-umbral.

02. Las palabras-umbral inician pasajes hacia espacios no-categoriales.

03. La catástrofe implica también, intrínsecamente, la catástrofe de sus categorías de comprensión.

04. Trauma, acontecimiento y catástrofe pueden pensarse como diversos modos de relación de una estructura con lo nuevo.

05. El punto de partida es el impasse: algo ocurre que no tiene lugar en la lógica dada. Es decir, lo que ocurre no puede ser nominado con el lenguaje de la situación.

06. El trauma implica la suspensión del funcionamiento de una lógica por irrupción de una intensidad intratable con los recursos propios de dicha lógica. Es un exceso cuantitativo.

07. Esa intensidad, paulatinamente, va cediendo, resulta asimilada. Todo parece regresar a su lugar.

08. Según el esquema del trauma, la cantidad excedentaria desborda temporal y cuantitativamente las cualidades destinadas a incluirla.

09. El acontecimiento es la posibilidad efectiva de un imposible estructural.

10. El problema no es que no haya lugar suficiente sino que no hay lugar alguno: el término presentado resulta incompatible con la lógica estructural. Se trata de un exceso cualitativo inasimilable.

11. Se inician procesos paralelos: invención/afirmación de la cualidad heterogénea y desarticulación estructural.

12. La catástrofe induce una resta pura de ser. Produce desmantelamiento sin armar otra lógica equivalente en función articuladora.

13. La causa que desmantela no se retira. Esta permanencia le hace tope a la recomposición traumática y a la invención acontecimental.

14. Trauma, acontecimiento y catástrofe son, desde esta perspectiva, avatares que sobrevienen a una estructura.

15. Pero esta estructura no es una invariante histórica sino el modo estatal de producción de realidad.

16. En tiempos de Estado-Nación, la existencia es existencia estructural.

17. Existen dos tipos de crisis: la crisis como transición, es decir, como pasaje de una configuración estructural a otra; y la crisis como pasaje de un pasaje reglado a un devenir caótico, es decir, la descomposición sin recomposición posterior.

18. La crisis actual consiste en la destitución del Estado-Nación como práctica dominante, como ordenador/articulador simbólico exhaustivo de todas y cada una de las situaciones.

19. El mercado desarrolla otra operatoria: una dinámica que conecta y desconecta lugares, objetos, personas sin que esa conexión/desconexión proponga un sentido.

20. Ruina de la noción de práctica dominante: juego de las prácticas sin lugares.

21. Que haya libre juego entre prácticas: eso es la fluidez.

22. [Que la maximización de la ganancia sea la una única matriz articuladora del libre juego entre prácticas: eso es el neoliberalismo.]

23. No pasamos de una totalidad articulada a otra sino de una totalidad articulada a un devenir no-reglado.

24. La crisis actual no traduce un impasse: exhibe un funcionamiento determinado. No es funcionamiento de estructura, sino de otra cosa que estructura.

25. La comprensión de la crisis como interrupción complica la posibilidad de pensar la actualidad. Hoy la crisis es funcionamiento efectivo.

26. La serie de cambios que construyen esa experiencia llamada crisis convierten en obsoletos los parámetros disponibles para pensar la crisis: se altera la capacidad de comprensión de las transformaciones.

27. En las condiciones actuales, el Estado es una fuerza entre otras fuerzas.

28. Las fuerzas del mercado son capaces de imponer una serie de funciones a ese Estado, que ha dejado de ser programático y ha devenido administrativo.

29. Pero el mercado tampoco organiza simbólicamente las situaciones. Su procedimiento no es la articulación simbólica sino la conexión real.

30. Los flujos del mercado conectan situaciones sin generar en el proceso un ordenamiento simbólico para tal conexión.

31. No se trata del pasaje de la situación A a la situación B –esto es, de una configuración totalizadora a otra- sino de pasaje de A a un devenir aleatorio, a un devenir sin reglas.

32. La flecha C del cambio no une A –orden precedente- con B –orden resultante- sino A con C. Nuestra noción de crisis no puede con eso: crisis de la noción de crisis.

33. La crisis hoy es un modo de ser: tendremos que lidiar con un movimiento que ya está consumado sin que eso signifique que haya dado lugar a un orden.

34. Hubo un tiempo en el que pensábamos desde una estructura. Esa estructura sufría impactos. Si permanecía la misma cantidad de articulaciones, se llamaba trauma; si sobrevenía una articulación heterogénea, acontecimiento; y si se desvanecían las articulaciones dadas en una destrucción, a eso lo llamábamos catástrofe. Pero todo esto era pensar desde la estructura previa. No podíamos imaginar que tendríamos que pensar sin remisión a una estructura.

35. Llega al fin un momento en el que uno se declara náufrago. Pierde importancia la estructura que se ha desarticulado, cobra importancia la inmanencia de lo que hay.

36. Pensando desde el Estado, ha sobrevenido la inundación. Pensando desde la inundación, lo que ha sobrevenido no es la inundación sino un medio, un cambio esencial del medio en el que transcurre la experiencia.

37. En un medio fluido, dos términos, dos puntos o partículas vecinas permanecen vecinas sólo si hacen lo pertinente para seguir juntas. El medio mismo, sin que medie ningún corte, tiende a disolver cualquier contingencia.

38. Hay choques: separación por choque, encuentro por choque. Puede que sean encuentros tristes, choques de pura dispersión. Pero la virtualidad de encuentro resulta muco más dinámica que en un medio sólido.

39. La catástrofe es el primado del cambio sobre la permanencia.

40. En la dinámica catastrófica, la permanencia no revela el carácter esencial de un término sino su condición residual: sólo indica que aun no ha cambiado.

41. De aquí en adelante habitaremos espacios caracterizados por la contingencia de las conexiones.

42. Mirada desde la estructura, la catástrofe es arrasamiento. Desde sí, es contingencia: posibilidad precaria de organización de la subjetividad.

43. La contingencia del encuentro es la posibilidad que surge a partir del choque. Pero si no se genera interioridad capaz de sostener el encuentro, en la fluidez todo se disgrega como puro choque.

44. La contingencia difiere del arrasamiento porque un trabajo subjetivo encuentra el modo de producir un encuentro sobre el azar del choque.

45. Para un habitante de la era neoliberal, la catástrofe es su perpetuo punto de partida, su ontología más íntima, su insuperable condición originaria.

46. La catástrofe postestatal implica literalmente la liquidación de cualquier noción de estabilidad. La catástrofe estatal sucedía en un horizonte estructural. La catástrofe postestatal transcurre en un medio fluido, disperso, intrínsecamente imprevisible.

47. ¿cómo se ligan los términos en su devenir sin componer estructura?

48. La catástrofe desde la catástrofe ya no habla de una lógica sino de una dinámica en la que prima el principio de alteración: nada sucede dos veces –principio del acontecer catastrófico.

49. El capital financiero prospera por su velocidad para ubicar espacios de rentabilidad en medio de las crisis, que constituyen su mecanismo de funcionamiento.

50. El capital financiero, circulando velozmente de punto a punto, realiza su valorización en un tiempo que el ordenamiento equilibrado no permitirá.

51. La catástrofe es una configuración inestable, una dinámica de desequilibrio permanente en la que prima la alteración sobre la permanencia. Y el capital financiero es la operatoria que prospera en la catástrofe, de modo tal que, por un lado, resulta positivamente afectado por la dinámica catastrófica y, por otro, acentúa con su acción el carácter alterador de la dinámica alterada en la que opera.

52. Las consecuencias sociales de esta dinámica y esta operatoria se formulan mediante la siguiente tesis: no hay vínculo social.

53. Una segunda tesis formaliza la primera: la inexistencia de vínculo se formaliza como disyunción universal.

54. Nada de lo que se presenta para un punto de mercado se presenta para otro punto de mercado, nada de lo que se presenta en un instante para un punto de mercado se presenta en otro instante para el mismo punto de mercado.

55. El agente de mercado no sólo está desamarrado de cualquier semejante, sino que está desamarrado de cualquier amarra.

56. El lazo social en condiciones de capital financiero tiende al máximo de dispersión. La catástrofe adquiere aquí la forma de dispersión: desvinculación esencial, disyunción de dos puntos cualesquiera.

57. La catástrofe encuentra así su esquema formal. Sólo eso.

[Todas las citas extraídas de Ignacio Lewkowicz, “Catástrofe: experiencia de una nominación” en Pensar sin Estado. La subjetividad en la era de la fluidez. Paidós. Buenos Aires. 2004]