sábado, 26 de febrero de 2011

una entrevista sobre la dispersión

por todas partes crece la sensación de ser como náufragos a la deriva


Entrevista aparecida el 26 de febrero de 2011 en el diario Público de Madrid. La versión completa será publicada en el número 8-9 de la revista Espai en Blanc (mayo 2011).

¿Qué es la dispersión? ¿De qué es resultado?

Es el tipo de experiencia social que produce la hegemonía del mercado, cuando el Estado pierde su función reguladora y estructuradora de las relaciones intersubjetivas. En el pasado reciente, el Estado moldeaba lo social en configuraciones estables, adaptadas al régimen productivo fordista, mediante instituciones (llamadas “disciplinarias”) como la familia, la escuela, el hospital, el cuartel, la fábrica, la prisión, etc. Ellas moldeaban las subjetividades, es decir, los modos de vida. Eran estas marcas institucionales, en su permanencia, las que definían quién era cada uno, las que ligaban ciertos cuerpos a ciertos nombres, tareas y lugares sociales. Y contra estos anudamientos y moldeamientos –en muchas ocasiones injustos y opresivos- se desplegaban las políticas emancipatorias modernas que eran, antes que nada, políticas de alteración de los órdenes estatalmente establecidos.

Por el contrario, hoy el mercado está constantemente ensamblando y desensamblando los vínculos en función de su incesante búsqueda de la maximización del beneficio. La alteración se convierte en la norma y la estabilidad en la excepción. Eso es la dispersión.

[el resto de la entrevista aquí]

martes, 25 de enero de 2011

[microapunte] dos modos de vínculo entre estética, política y autoorganización

01. Hay procedimientos estéticos compositivos que tienen la capacidad de producir mundos sensibles, espacios en los que podemos experimentar otros modos de ser y de relacionarnos. Esto puede tener consecuencias para una experiencia de autoorganización en tanto y en cuanto un procedimiento político ponga a la experiencia estética en exceso respecto de sí misma, instalando el deseo de querer contaminar con esa capacidad constituyente el resto de la vida (en) común. Ahí la experiencia estética tiene una función prefigurativa, nos permite vivenciar el modo en el cual de ciertos procesos composicionales –reales, simbólicos e imaginarios- resulta un nuevo mundo.

02. El otro modo de vinculación sucede cuando, en la construcción misma de una experiencia de autoorganización, se hace necesario recurrir a procedimientos de configuración de regímenes de sensibilidad. Allí será preciso activar herramientas provenientes del campo de las prácticas estéticas –que aquí tendrán una función configurativa más que prefigurativa- para producir estos nuevos modos de construcción de las percepciones. Y entonces la política trabajará en el punto de hacer inconsistir estos regímenes, es decir, en evitar que produzcan un cierre tautológico en el cual sólo se vea lo que el régimen activo de la mirada sepa ver, abriéndolos a la innovación a partir de la no-identidad de los procesos consigo mismos.